miércoles, 29 de septiembre de 2010
Sumergida
Mil vueltas da mi cabeza, solo pensando en ti. Una, dos, tres veces tu nombre en un segundo, y mi corazón exploto cuatro. Una sonrisa de oreja a oreja solo por tu mirada. Sufro 3.694 veces al día de pánico y frenesí por solo escucharte hablar. Culpable de todo eso, sentirte orgulloso de estar en mi cabeza todo el tiempo, hasta en mis sueños. Tantas cosas pasan al verte caminar. Me muerdo el labio, mis ojos vuelan y mi respiración enloquece. Me ruborizo por vergüenza, me pongo inquieta. Me como las uñas si te alejas. Pestañeo, sonrisa, explosión. Vergüenza, felicidad y mucha energía. Todo esto por dentro es incontrolable. Por fuera calmada y difícil sin vacilar, doy una completa y sincera respuesta. No.
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